MODELO DE COMENTARIO de Antígona.
Esquema:
1.
Contextualización del texto en la obra total del autor, movimiento
literario, periodo histórico, estética…
2.
Análisis y estructura del contenido:
-
Tema principal y secundarios del fragmento, y su relación con otros
de la obra a la que pertenece.
-
Estructura del contenido, con referencia a la temática en cada
parte.
3.
Expresión: género, subgénero, recursos estilísticos…
4.
Valoración crítica (cierre o conclusión).
CREONTE
Y,
así y todo, ¿te atreviste a pasar por encima de la ley?
ANTÍGONA.
No
era Zeus quien me la había decretado, ni la Justicia, compañera de
los dioses subterráneos; no son de ese tipo las leyes que a los
humanos dictan. No creía yo que tus decretos tuvieran tanta fuerza
como para permitir que solo un hombre pueda saltar por encima de las
leyes no escritas, inmutables, de los dioses: su vigencia no es de
hoy ni de ayer, sino de siempre, y nadie sabe cuándo fue que
aparecieron. No iba yo a atraerme el castigo de los dioses por temor
a lo que pudiera pensar alguien. Ya veía, ya, mi muerte aunque tú
no hubieses decretado nada; y, si muero antes de tiempo, yo digo que
es ganancia. Quien, como yo, entre tantos males vive, ¿no sale acaso
ganando con su muerte? Y así, no es desgracia para mí tener este
destino; y en cambio, si el cadáver de un hijo de mi madre estuviera
insepulto y yo lo soportara, entonces, eso sí me sería doloroso;
mas no lo que me aguarda. Puede que a ti te parezca que obré como
una loca, pero, poco más o menos, es a un loco a quien doy cuenta de
mi locura.
CORIFEO
Muestra
la joven fiera audacia, hija de un padre fiero: no sabe ceder al
infortunio.
CREONTE
(Al
coro.)
Pues
sabe que los más inflexibles pensamientos son los más prestos a
caer. El hierro que, una vez cocido, el fuego hace fortísimo y muy
duro, a menudo verás cómo se resquebraja, lleno de hendiduras. Sé
de fogosos caballos que una pequeña brida ha domado. No cuadra la
arrogancia al que es esclavo del vecino. Ella se daba perfecta cuenta
de la suya, al transgredir las leyes establecidas; y, después de
hacerlo, vino otra nueva arrogancia: ufanarse y mostrar alegría por
haberlo hecho. En verdad que el hombre no sería yo, que el hombre
sería ella si ante esto no siente el peso de mi autoridad. Pero, por
muy de sangre de mi hermana que sea, aunque sea más de mi sangre que
todo el Zeus que preside mi hogar, ni ella ni su hermana podrán
escapar de muerte infamante, porque a su hermana también la acuso de
haber tenido parte en la decisión de sepultarle.
(A
los esclavos.)
Llamadla.
(Al
coro.)
Sí,
la he visto dentro hace poco, fuera de sí, incapaz de dominar su
razón; porque, generalmente, el corazón de los que traman en la
sombra acciones no rectas, antes de que realicen su acción, ya
resulta convicto de su arteria. Pero, sobre todo, mi odio es para la
que, cogida en pleno delito, quiere después presumir de ello.
Antígona
es el título de una tragedia de Sófocles,
basada en el mito de Antígona
y representada por primera vez en 442 a. C.
En
la mitología griega, Antígona
es hija de Edipo
y Yocasta
y es hermana de Ismene,
Eteocles
y Polinices.
Acompañó a su padre Edipo (rey de Tebas)
al exilio y, a su muerte, regresó a la ciudad.
En
el mito, los dos hermanos varones de Antígona se encuentran
constantemente luchando por el trono de Tebas, debido a una maldición
que su padre había lanzado contra ellos. Se suponía que Eteocles y
Polinices se iban a turnar el trono periódicamente, pero, en algún
momento, Eteocles decide quedarse en el poder después de cumplido su
período, con lo que se desencadena una guerra, pues, ofendido,
Polinices busca ayuda en una ciudad vecina, arma un ejército y
regresa para reclamar lo que es suyo. La guerra concluye con la
muerte de los dos hermanos en batalla, cada uno a manos del otro,
como decía la profecía. Creonte,
entonces, se convierte en rey de Tebas y dictamina que, por haber
traicionado a su patria, Polinices no será enterrado dignamente y se
dejará a las afueras de la ciudad al arbitrio de los cuervos y los
perros. (Este mito es contado en la tragedia Los
siete contra Tebas
de Esquilo.).
En Antígona se
enfrentan dos nociones del deber: la familiar, caracterizada por el
respeto a las normas religiosas y que representa Antígona, y la
civil, caracterizada por el cumplimiento de las leyes del Estado y
representada por Creonte. Además se establece una oposición entre
el modo en que las dos hermanas, Antígona e Ismene, se enfrentan a
un mismo problema.
El
fragmento que se va a analizar pertenece al «ACTO II, Escena 1» de
la tragedia griega Antígona. Dicho fragmento pertenece a un
momento de clímax, ya que Creonte anuncia que va a dar muerte a la
protagonista (Antígona) por haber obrado contra la Ley dictada por
éste (ahora Rey) por obrar como ella considera que han dictado los
dioses.
El
texto se presenta en forma de diálogo, pues se trata de una obra de
teatro, concretamente una tragedia.
Intervienen
dos personajes principales en el argumento (Antígona y Creonte), más
el coro, de suma importancia en el desarrollo de la tragedia griega:
actúa como intermediario. Los coros están involucrados a la acción,
sus cantos son importantes y explican a menudo el significado de los
acontecimientos que preceden a la acción.
El
fragmento que comentamos es una traducción del original en griego
arcaico, de ahí que no respete su forma original en verso.
El
tema de este fragmento es el tema central de la obra: la Justicia.
Dos concepciones de la justicia entran en colisión. Por un lado, las
leyes del Estado, de la ciudad, que persiguen el mantenimiento del
orden; por otro, las normas religiosas, las leyes eternas dictadas
por los dioses. Creonte y Antígona mantienen una pugna
irreconciliable que conduce a la destrucción y al sufrimiento. La
obra nos muestra dos personajes enclaustrados en sus posturas,
dogmáticos.
El
contenido de las intervenciones a comentar podría dividirse en tres
partes:
1ª
- la conforma la pregunta de Creonte a Antígona y la respuesta de
ésta: sí ha obrado en contra de su voluntad (y ha enterrado a su
hermano); sus razones para actuar de esta manera: obrando según la
Justicia natural que le dicta su conciencia.
2ª
- solo interviene el coro: resume lo dicho por Antígona y pronostica
su fatal destino.
3ª
- habla ahora Creonte: hará cumplir la Ley: dará muerte a su
sobrina.
El
texto contiene los elementos gramaticales propios de un diálogo:
voces en 1ª persona (creía yo) y 2ª persona (te
atreviste); preguntas (¿te atreviste a pasar por encima de la
ley?). No obstante, lejos de una sintaxis sencilla los personajes
elaboran un discurso complejo: aunque sea más de mi sangre que
todo el Zeus que preside mi hogar; necesario para el desarrollo
de un debate sobre la Justicia.
Aunque
hay vocabulario culto (infamante) el fragmento y la obra en
general presentan un estilo equilibrado, algo que no sorprende ya que
Sófocles dijo de su propio estilo que sufrió tres etapas en su
desarrollo:
una
primera donde vence el estilo recargado de Esquilo, una segunda en la
que se enfrenta a la aspereza y artificiosidad de su propia
naturaleza, y la tercera en que consigue la mayor perfección formal
(a la que pertenece la obra comentada).
En
el fragmento aparecen los elementos clásicos de la tragedia griega:
dos personajes y el coro. Éste resume la trama o hace de
intermediario entre los personajes, algo nuevo, ya que anteriormente
el coro tenía participación en la acción. No obstante Sófocles
introdujo otro nuevo elemento en la tragedia: aparece un tercer
personaje en escena. En este fragmento no aparece Ismene pero sí la
llamada de Creonte a ésta, por lo que se intuye que coincidirán en
escena tres personajes más el coro. Por lo tanto, en este fragmento
podemos apreciar dos elementos que Sófocles introdujo en la
tragedia: la inclusión de un tercer personaje en escena y una nueva
actitud del coro, ahora con una función menos participativa en la
trama y más sintetizante. Pero faltan varios elementos novedosos que
se escapan a una lectura partida del texto: la evolución psicológica
de los personajes y el sentir la obra como un todo y no como parte de
una trilogía.
En
cuanto a la retórica debemos indicar que se trata de un texto muy
elaborado. Los personajes, inteligentes y con una dialéctica
poderosa, utilizan recursos literarios en consonancia a la defensa de
su tesis. Comienza Creonte con una pregunta que incluye una metáfora
cotidiana: (…por encima de la Ley?). A continuación,
Antígona, responde comparando la Ley que impone Creonte con la
dictada por los dioses. Para ello utiliza un símil (…tanta
fuerza como…) y relaciones de exclusión y contraste (su
vigencia no es de hoy ni de ayer, sino de siempre…).
La
protagonista comienza defendiendo su postura argumentando que la Ley
de los dioses es anterior a la Ley impuesta por Creonte. A
continuación afirma que vale la pena morir si ha seguido las normas
que dictan su conciencia pues prefiere morir obrando como dictan los
dioses que vivir sabiendo que ha incumplido sus dictámenes: no puede
dejar que su hermano se pudra a la intemperie, algo que en la época
significaba no entrar al reino de los cielos. Antígona finaliza su
intervención con juego de palabras alrededor de la locura que
reafirma su postura: loco tú, Creonte, que vas en contra de la Ley
de los dioses: a ti te parezca que obré como una loca, pero, poco
más o menos, es a un loco a quien doy cuenta de mi locura.
Creonte
inicia su discurso con una alegoría basada en metáforas que
identifican la postura de Antígona como rígida y no obstante, por
eso mismo, presta a dejar de serlo: hierro que se desquebraja,
[…] fogosos caballos que una pequeña brida ha domado. Estas
metáforas pueden ir más allá de la postura de Antígona y hacer
referencia a las Leyes dictadas por dioses, rígidas y ahora puestas
en tela de juicio. Acaba su intervención haciendo llamar a la
hermana de Antígona, que más adelante se salvará de la pena de
muerte gracias a la intervención de Antígona. En esta parte
observamos más metáforas (víctima de su arteria).
El
fragmento es representativo de una obra de lectura entretenida y de
una carga conceptual jurídica de tal peso que hoy en día se sigue
estudiando en las facultades de derecho donde se usa para establecer
el debate que discrepa entre las concepciones del llamado
iusnaturalismo que considera que hay reglas jurídicas y morales
inherentes a la naturaleza; y el llamado “positivismo jurídico”,
que solamente considera que las reglas están vigentes por imposición
humana (no creían en la ley natural de Antígona). A su vez
representa la postura de Sófocles, quien respetaba las normas que
dictaban los dioses. Antígona obedece lo que le dicta su conciencia:
enterrar a su hermano aunque su tío y Rey haya decretado pena de
muerte a quien infrinja su mandato. Su postura es heroica y tal vez
demasiado rígida, pues le lleva a la muerte, pero no ha infringido
la Ley que ha dictado su pueblo, de forma democrática, sino una Ley
dogmática impuesta por un Rey, Creonte, que solo cambia de opinión
ante el temor de sentir como cae sobre sus carnes la furia de los
dioses. Por lo tanto, no es una terrorista política, como la definió
Hegel, sino una rebelde religiosa, cuya superstición y firmeza, la
lleva a inmolarse.
Muchísimas gracias por el comentario! Era justo lo que necesitaba, estoy preparando un comentario oral sobre antígona y la casa de bernarda alba. Muy bien escrito y excelente conclusión, aunque a lo mejor un poco corto en análisis retórico.
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